Descenso al abismo
Javier Marín y su Descenso al abismo
Tres tramas, una novela
Regreso con una nueva reseña, y vuelvo con Javier Marín y Descenso al abismo. Para que siempre no sean iguales, esta vez comenzaré con los peros que suelo dejar para el final.
Lo siento, Javier, pero lo de JJ no te lo paso, bastante que hice la vista gorda con Itziar, en sí tampoco dio mucho tiempo a encariñarse con ella. Pero ¿JJ? ¿Qué mal te ha hecho el pobre para meterle ese final? Más te vale solucionarlo en Enigmas para un rey o tendremos, tú y yo, un serio problema.
Otro de los peros es que reconozco que me ha sobrado algún que otro capítulo que, en vez de agregar, me han sacado un poco de la trama inicial logrando, también, bajar el ritmo de la novela; sin embargo, entiendo que son necesarios para terminar de conocer más a fondo a los personajes. Ahora vamos con lo que sí me ha gustado (en sí toda la novela).
Empezaré por Felipe, todo un acierto de personaje. Para mí es el mejor hasta ahora, y eso que los demás me gustan bastante; si bien, este chico me enganchó a la primera, algo que no me sucedió con los otros. Supongo que su carta de presentación hizo tal tarea, mi más sincera enhorabuena a Javier por ello.
Respecto a la trama, volvemos a encontrarnos con un asesino en serie que atemorizará a toda una ciudad; en especial, a las mujeres solteras de esta. Con alguien meticuloso que no deja ni la más mísera prueba para que el equipo de Marco Duarte vaya, esta vez, un paso por delante. Pero, lo que más me ha gustado, son las dos subtramas que hay dentro de la principal que son igual o incluso más interesantes que la principal, logrando ese tópico que nos sucede a los lectores: un capítulo más y lo dejo. ¡Ja!, me río yo de eso con Descenso al abismo. Es un capítulo más, otro y otro, y así hasta que te bebes el libro en dos días.
No es fácil hacer algo así, meter tres tramas, casi principales, en la misma novela y salir airoso de ello. Javier lo hace con la misma, o mejor, maestría que los grandes de la novela negra. De nuevo, enhorabuena.
Otro dato que me ha gustado, ha sido el giro de Esther Arias. Para nada esperaba ese cambio por parte del personaje. Deseando saber qué papel tiene en Enigmas para un rey: será verduga o aliada del equipo Duarte. Lo sabré pronto.
Verla salir sola es algo que me gusta, sé que me necesita en su vida. Yo también la quiero a ella, ahora mismo es lo que más deseo, es algo irresistible. Cuando regrese de dónde quiera que vaya ahora, tendré, por fin, que visitarla.
En fin, si Tablero mortal fue una excelente carta de presentación, Descenso al abismo nos dice que tenemos por delante a uno de los grandes de este género. Solo me resta Enigmas para un rey, ya os contaré si me gusta tanto como sus antecesoras o, por el contrario, me defrauda, aunque lo dudo mucho (confieso que ya he leído los dos primeros capítulos y promete, vamos que si lo hace).
Por último, resaltar el papel que les otorga el autor a los personajes secundarios, que no lo son porque sin ellos no hay Marco Duarte.
Como suele firmar Javier: ¡Nos seguimos leyendo!
P.D.: esta vez solo he acertado uno de los tres enigmas que nos presenta Javier. Por un lado, me ha molesto porque siempre acierto; pero por otro, es el único que lo ha conseguido hasta el momento, así que no le quitaré el mérito que tiene.
Datos del libro:
ISBN: 978-84-092-7623-3
Longitud de impresión: 296 páginas
Género: novela negra
Idioma: español
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